viernes, 16 de marzo de 2012

Radar gay: Puro Sentido Común

Estaba en la emisora trabajando un poco, cuaderno y lápiz del número dos me servían de herramientas para no perder el hilo, pero el cuchicheo y risas maliciosas de un grupo de compañeros que se acercaban me sacaron de mi proceso creativo... 


¡Hay Chisme Carajo!...


¿Será o no será?, esa era la consigna cuasi shekspireana del grupete de heterosexuales con los que comparto espacio radial y laboral todos los días. Yo me voltee y me quedé mirándoles, estaba fascinado con el espectáculo colegial que se me presentaba: un nuevo ha llegado y hay algo que criticarle. Entonces uno de ellos interrumpió... Manuel...


-¡Ya va!... ¡Consultemos fuentes reales!- Volteó a donde me encontraba, los demás quedaron en silencio, ahora yo era el espectáculo- ¡Broder! tu que todo lo sabes... ¿Sabes quién es Luis Sánchez?


Me quedé en blanco...


-Mmmmmm, ¡nop!... ¿Quién es ese?


-¡Coño!, el gordito catirito que entró nuevo como productor en el programa de Alejandra...


-¿El que se tongonea cuando camina, utiliza más anillos que una señora de alta sociedad (pero de acero inoxidable y comprados en Chacaíto), que siempre viene con pantalones ultra apretados y camisas dos tallas menos de lo recomendado?...


-¡Ese mismo!...


-De conocerlo, con toda la amplitud del concepto, no... Es cierto que cada vez que me ve pone cara de vaca cagona y cuando me saluda es muy efusivo, cuando me da la mano me soba la palma con el dedo medio y me llama "guapo", pero para ser sincero no hay nada más allá... ¿Qué pasa con él?...


- Nada, es que estábamos arriba tomando café y nos presentó a la novia...


-¿Novia?


-Si, una chama medio X...


Vale la pena destacar que algunos no estaban totalmente de acuerdo con la denominación X, ¡falta de sexo!, seguramente. Pero tras aclarar los puntos sobre lo atractiva o no de la fémina en cuestión, solicité reanudar el primer punto de discusión...


-¡Vale!, la tipa está de regular a bonita, pero... ¿a qué viene todo esto?


- ¿Este carajo es marico o no?- Preguntó Manuel retomando el tema... 


-¿Y por qué debería saber eso?- Dije esquivando el interrogatorio...


La gallera volvió tras mi reacción evasiva. Unos decían que sí era, otros que no porque tenía novia, el resto decía que podía ser bi (como si se tratara de un título que te hacía menos marico)... 


-¡Bueno el pana es amanerado!... ¿Qué pasa con eso?- Dijo Elías para terminar la discusión, pero Manuel se negaba a aceptar esa hipótesis del heterosexual afeminado diciendo...


-¡Coño! ¡Estoy seguro que el tipo es marico!...- entonces me pidió casi rogando.


-¡Chamo! Tu eres marico, y sabes de esas vainas... ¡Ustedes lo sienten! ¡Lo perciben! ¡Lo descubren!... Sitú dices que NO ÉS lo entenderé... Tu tienes la última palabra en este asunto...


Entonces todos callaron y se dedicaron a contemplar la revelación del milagro, como feligreses en un templo votivo donde yo era el santo...


Existe un mito muy arraigado en la cultura popular: Los gays tenemos un cierto radar para saber quién es gay y quién no, una especie de cierto sentido que recorre los nervios de los ojos a los testículos y de ahí sube al cerebro donde será procesado por el centro del sexo compulsivo o de la maldad absoluta. Gracias a esto, la gente nos ha convertido en una especie de oráculo multipropósito que, a parte de revelar los misterios de la moda, el gusto, diseño, danza, artes, psicología femenina, psicología masculina, erotismo, romance y gastronomía, también podíamos saber la orientación sexual de un individuo con una mirada...  Pero a pesar del realismo mágico del asunto, no hay nada de hechicería tras este super poder, todo es una cuestión de sentido común y observación. 


Cuando uno decide a temprana edad que le gustan los pipis, no importa lo abierta que sea la gente, uno aprende a observar y analizar a las personas como arma de supervivencia: hay que estar atentos a situaciones de peligro para defenderse, y si son situaciones con probabilidades de sexo hay que estar preparados.


Ejemplo del fantoche denominado radar gay fue el caso de Ricky Martin: 


Cuando Ricky Martin "salió del closet" el mundo se llenó de consternación y surgieron polémicas, fue el tema de conversación por días enteros, pero siempre salía más de un marico a cortar la nota declarando a viva voz:


-¡Ya yo sabía que era loca!, desde chiquita se le veía... ¿No se acuerdan de Menudo?, ¿Livi`n La Vida Loca?... A gritos pedía salir del closet, pero por razones de mercadeo no podía hacerlo... ¿Te vas a hacer las mechas?...


Estemos claros en algo, si bien muchos se rasgaron las vestiduras, siempre fue un secreto a viva voz la homosexualidad del boricua, pero hay que ser marico para decir algo como eso... Las pruebas estaban ahí, pero en este mundo todos son heterosexuales hasta que el sujeto declare lo contrario. Esto su cede por 3 factores principales: machismo, homofobia o flojera social. Puede ser uno, la combinación de los tres, pero para mi es pura flojera. 


Si se quiere saber con quién se comparte el espacio de trabajo, lo mejor será dedicarle unos minutitos a observarle, así evitarás consultar a tu marico de confianza que puede estar ocupado haciendo cosas más productivas.


Y para los que quedaron con hambre de cuento: 


El dichoso gordito nuevo productor en cuestión si es marico, lo puedo asegurar, y no por como se viste o comporta: Me dí los besos con él hace unos meses...  


  

2 comentarios:

  1. pana me encanta tu blog, lo reviso todas las semanas, saludos

    ResponderEliminar
  2. Hola Adolfox! Gracias por leer, no garantizo nuevas historias todas las semanas, ya vez que caprichosa es la musa, pero poco a poco salen nuevos cuentos.

    ResponderEliminar