viernes, 9 de diciembre de 2011

Navidades, villancicos y discordias

En casa del Javi ya estábamos todos, aprovechamos para montar el arbolito al ritmo de Rafaella Carrá. Daniel y Rodrigo hicieron su respectivo performance con una tela escarchada mientras Eduardo intentaba colocarse las bambalinas como sarcillos, Juan estaba en un rincón "castigado" por su incursión nefasta al porno amateur, Claudio y yo colocabamos las lucesitas en el pino y Javier servía los tragos; en fin, momentos únicos de ese antinatural momento llamado: cuando los osos están en manada... cuando uno lo vive, entiende por qué en la naturaleza los osos siempre están solos.


El arbolito estaba de revista y los niveles etílicos galopantes cuando llegó el momento que justificaba la cita navideña: 


-¡Vamos a repartir los papelitos!- Gritó Javier meneando un envase de arroz chino donde estaban los papelitos  doblados que sellaría el destino de una buena amistad. 


¡JUGAR AL AMIGO SECRETO ME HACE DOLER LA PRÓSTATA!






El Amigo Secreto: una tradición hermosa que, como viuda lucitana, ahora cae gorda y tiene verrugas, se ha convertido en una de mis incomodidades navideñas tras el invento de las listas de regalos; me explico:


Cuando era niño y estaba en el colegio, me emocionaba la idea de la navidad: la comida, los regalos, las fiestas, el niño Jesús y el Amigo Secreto con los compañeritos del salón. La maestra recortaba papelitos con los nombres de todos los alumnos, los colocaba en una bolsita y cada uno de nosotros sacaba el nombre de algun amiguito, al cual debías hacerle llegar algún detalle durante los días subsiguientes hasta la fiesta de navidad donde se daba un buen regalo final. Todo era curiosidades y expectativas, ¿Quién me regala? ¿Qué voy a regalar? yo era de los que se esmeraba en eso y nunca salí defraudado, es que cuando uno es carajito es más relajado con esas cosas, además: todo lo que esté envuelto en papel de regalo y sea para ti es arrechisimo. 


Pero como las nalgas de la Duquesa de Alba, con los años la tradición empezó a perder la gracia:

  • 12 años: los niños debían regalar a las niñas de manera obligatoria.
  • 13 años: regalos fijos para todos (franelas) para evitar inconformidades
  • 15 años: se establecen los solidarios máximos de costos
  • 17 años: se establecen los castrantes mínimos de costos para evitar fraudes
  • 20 años: vuelven los regalos fijos (CD´s) guardando la factura para realizar devoluciones
  • 25 años: lista de regalos deseados y establecidos en los límites de costos
  • 28 años: igual que el anterior, pero se añaden fotos del modelo exacto y hasta la tienda donde se encuentra.
En fin, la magia de la expectativa se perdió, y para hacerlo más desagradable se decidió que regalar el dinero para que cada quien hiciera lo que le diera la gana sería de "mal gusto". 


Yo quedé como el más difícil para regalar, porque me negué a participar en las dichosas listas... Me gusta conservar la sorpresa y dedicarme a obsequiar bien, y la gente no entiende eso.


Es que, definitivamente la gente es bruta, y sin importar que se cubran todas las fallas siempre existirá aquel desdichado de la vida que cumplirá solamente:


-Espero que no le digan a Alejandro de esto...- dijo Claudio.
-¿Después de lo que hizo el año pasado? Ni loco- exclamó Javier... 
-¡Ojo!- dijo Daniel mientras se limpiaba la escarcha de la cara - Yo entiendo que a veces uno no tiene tiempo de hacer compras en estas fechas, pero hay que ver cómo la gente resuelve sin el menor sentido común. Eso es tener flojera mental, da arrechera.
-Eso, me molestó pero no mucho - respondió Claudio-¿Saben qué fue lo que más me arrechó?...
-¿Que te haya llegado tarde y recibiste tu regalo 2 horas después?-Preguntó Rodrigo
-No.
-¿Haber tenido que buscar tu regalo a su carro y llevarle el suyo porque no se podía quedar porque tenía otro compromiso?- Pregunté
-No
-¿Que te haya regalado un "chal para caballeros" cuando habías especificado una bufanda para irte de viaje a Nueva York?- Preguntó Juan.
-Casi, pero no... Y deja de hablar, mira que sigues inhabilitado esta noche por Zorra Mediática.


Juan bajó la cabeza y Claudio continuó:


-Mi gran arrechera fue cuando dijo de mala gana: "espero que te guste, mira que me costó carísimo y fue una ladilla ir ahorita al Sambil a comprarte tu verga"... Para luego lanzarme un beso y arrancar el carro para ir a la fiesta de unos conocidos...


Terminando así con una bonita amistad y tirando por el caño el ultimo vestigio de hermosura que podía quedar en esta maltratada tradición, permiténdome llegar al final de la anterior lista de decepciones:  


30 años: anda a dar por culo el amigo secreto.


Conclusiones:


-Los adornos de navidad pueden ser parte de un vestuario drag.
-Quitarse la escarcha que sueltan los adornos es más ladilla que desenredar las extensiones de luces
-La imposición de lo políticamente correcto no tiene recato
-Mientras más viejo te pones, más te empeñas en aburrir las cosas
-La navidad es el mejor momento perfecto para terminar una amistad de manera tajante
-Nunca esperes al último momento para comprar los regalos
-Me cago sobre el amigo secreto






lanzado el regalo desde el carro porque  



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